Notas sobre Esferas I (2003) de Peter Sloterdijk —3

8 Aug

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Algunas notas sobre el capítulo 3, (excurso 1), y capítulo 4

La esfera íntima no puede sino encontrarse con otra esfera igual. Ésta es una de las conclusiones de los dos primeros capítulos de Esferas I, de Peter Sloterdijk. Consecuentemente, el amor transferido a otro no sólo es caníbal, ni monetario solamente. Si el amor tiene múltiples caras, también múltiples y varias son sus formas de transferir. Así, el capítulo 3 y 4 persiguen dos tipos de fascinación íntima, el de las fuerzas afectivas entre cuerpos (capítulo 3) y el del pararse en-frente del origen mítico y físico, la vulva (capítulo 4). Hay, también, entre estos dos capítulos un elemento nuevo pero no anómalo, un excurso. La discusión del excurso 1 es, en cierta medida, una digresión sobre el capítulo 3.

¿Qué hace un ser íntimo que se fascina por sí mismo y se expresa hacia otros con la misma fascinación sino incrementar sus burbujas? En cierta medida, Sloterdijk reconoce que toda la historia de la humanidad pudiera resumirse al listado y la cartografía de “un juego incesante de contagios afectivos” (223). Así, se puede pensar que de la intimidad hacia la interacción social sólo hay “entre los seres humanos, la fascinación [que] es regla y el desencanto, la excepción” (224). Con esto, Sloterdijk prosigue una de las premisas que inauguran Esferas I, ésta es que la transferencia en sí misma no ordena el mundo de manera errónea, sino que la transferencia afectiva, deseante y experiencial no hace sino afirmar la constitución de un ser fascinado por su burbuja y la de los demás. A su vez, la experiencia mítica carga con todo, menos con una felicidad naive: en la afirmación de la fascinación y la proximidad hay una catástrofe. Si se vive dentro de un ciclo inescapable, que va de la catástrofe a la separación y luego al establecimiento, la vida se vuelve el intento de una narración que quiere “subsanar la pena de amor constitutiva” (225). Que la medicina no haya florecido en su totalidad, sino hasta la progresiva industrialización de las ciudades y el triunfo del modelo capitalista en Europa occidental, no significó una ausencia de pensamiento médico. Para subsanar las penas, floreció un pensamiento mágico-afectivo: el mesmerismo (magnetismo animal).

La proximidad es la única forma en que los flujos vitales se mueven y todos los cuerpos giran como paja en el viento hasta que éstos son devorados por la tierra, consecuentemente, los pueblos siempre han tenido una fiebre por transferirse al origen y fin. La vulva es la principal fuente de transferencia atractiva y fascinante, al menos claro, hasta antes de que el cristianismo europeo arrasara lo que se le opusiera. Sloterdijk afirma que “la idea del seno materno irradia la evidencia de que la realidad tiene un aposento secreto, que puede alcanzarse por iniciaciones y acercamientos rituales (289). Aunque claro, una vez dentro de la vulva, uno deja de ser, y más, uno no puede nunca volver al estado del feto. Los ritos funerarios egipcios o babilónicos (o de otras tantas civilizaciones) no serían sino gestos tercos que repiten el embalsamado primigenio del cuerpo materno. Si hubiera una forma en que el ser se pudiera transferir frente a la madre, ésta sería la de “poder estar-frente” (298) de la vulva, liberarse de la succión y ser un observador no absorbido. Todo esto, por supuesto, resuena con las ideas del excurso 1, pues si es posible ser un observador no absorbido, hace falta siempre ser o tener un tercero. Este tercero es el lenguaje, pero no un lenguaje privado, sino el lenguaje que trae consigo “el libro y el desierto” (283). Tal vez en la incesante transferencia de las páginas uno pudiera escribir un poema, o una carta a cada grano de la arena del desierto. Sin embargo, la proximidad entre la letra, la página y la arena arruinarían la escritura. El tercero que permite la liberación de la succión y la posibilidad de pararse en-frente de la vulva, entonces, no sería sino el desentendimiento de un fracaso anunciado. ¿Algo aún se transferiría fuera del fracaso?

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